Naranjas de Valencia: Del estilo vintage al encajado de lujo

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Naranjas de Valencia: Del estilo vintage al encajado de lujo

Si preguntamos a un consumidor, extranjero o nacional, cuál es el cítrico español que más conoce, con toda seguridad, contestará las naranjas de Valencia.

Es curioso, cómo se identifica esta fruta con un área geográfica concreta. Y es que los naranjeros valencianos han sabido diferenciarse desde hace ya más de dos siglos.

En nuestra labor de investigación hemos encontrado el secreto que esconde la marca de naranjas de Valencia. Y es que la importancia que estos productores le dieron al branding y al engagement se remonta a principios de 1900.

La etiqueta naranjera ha sabido diferenciarse encontrando en el diseño gráfico un arma comercial para hacer sus marcas memorables.

Esta fue la clave de su éxito sin olvidar, por supuesto, los excepcionales atributos del producto en sí.

Su objetivo, conectar con los diferentes mercados. Para ello desarrollaron innumerables marcas que lo que pretendían era encontrar cierta épica para acercarse y enganchar a su público. Con diseños llenos de color y como si de carteles se tratasen, estampaban sus etiquetas en cajas de madera o cartón, con tópicos españoles e incluso pintorescas mujeres que recordaban a artistas parisinas o actores de series americanas de los 50.

… Llega el siglo XXI y se produce un cambio de rumbo…

Naranjas de Valencia obtiene la certificación de Indicación Geográfica Protegida, así que, un grupo de productores y exportadores se unen para darle un impulso como marca IGP que tenga identidad propia y con ello, posicionar este genuino cítrico en referente internacional como “la mejor naranja del mundo”.

Y es que las preferencias y las modas han cambiado. Ahora, la tendencia que transmite calidad supreme es la combinación de colores negro, blanco y oro. Y así, como producto exclusivo se comunican a través de su imagen a un mercado global.

Sin duda, fusión entre elegancia, modernidad y serenidad es lo que la caracteriza. Con una sencilla identidad, comunican el producto de forma directa y clara a través de la ilustración de trazo que la inunda. Una fina gráfica cuyo motivo representa las ramas de naranjo y las naranjas.

Su tipografía adaptada, simula la forma tradicional de principios del siglo XX que tanto las caracteriza, cuyo objetivo es mantener toda su identidad.

Y ahora, ante esta imagen distintiva cargada de belleza que nos encantó, hacemos una reflexiva pregunta: ¿sería este estilo vintage diferenciador hoy en día? ¿habría un segmento de consumidores que pagaría más por adquirir un packaging en cartón con esta línea gráfica?

Nosotros nos atrevemos a decir sí. Que una línea de este producto orientada a recuperar la colección de los diseños de antaño de los naranjeros valencianos soportaría un incremento de precio tanto en el mercado nacional como internacional.

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